Cuándo es necesario despedir a un empleado
Frecuentemente, para las empresas, es muy difícil aprender a distinguir cuándo es necesario despedir a un empleado debido a la concentración excesiva que se le da a otras áreas, la poca o mucha tolerancia de ciertos encargados del área de recursos humanos, o simplemente por la dificultad para percatarse de ciertos indicios “tóxicos” -algunos de ellos casi imperceptibles- que algunos trabajadores ejecutan día con día.
Estos son algunos de los indicios más importantes para saber cuándo es necesario despedir a un empleado:
- No asiste. Es común que los empleados lleguen a tener problemas o situaciones personales que les impidan asistir a laborar en ciertas ocasiones, aquí la empatía resulta súper importante. Sin embargo, cuando la inasistencia se convierte en un inconveniente constante y afecta la productividad de la compañía, lo mejor es dejar ir a dicho trabajador y buscar a alguien con mayor responsabilidad.
- Cuestiona todo. Cuestionar es bueno, en ciertas ocasiones lleva al éxito de algunas decisiones o nuevas ideas. No obstante, un empleado debe ser despedido cuando sus cuestionamientos sobrepasan órdenes, reglas y políticas empresariales que son parte de la información institucional. También cuando los procesos y procedimientos han sido avalados y reconocidos, además han resultado ser funcionales y aun así el empleado objeta y discute la eficacia de los mismos sin argumentos válidos.
- Los clientes se quejan constantemente de él. En este punto no hay demasiado qué decir. Si varios clientes, en diversas ocasiones, han argumentado mal trato, falta de profesionalismo o cualquier acción que ponga en duda la seriedad de la empresa, es importante decirle adiós y dejar que se vaya.
- Es problemático. Un empleado se vuelve problemático cuando incita negativamente a sus compañeros, cuando tiene conflictos con sus superiores o sus compañeros regularmente, cuando no obedece (voluntariamente decide no seguir indicaciones) y cuando pone en riesgo la integridad empresarial.
- No está listo para adaptarse a los cambios. El mercado global actual, se encuentra permanentemente evolucionando; empresa que no evoluciona al mismo tiempo, se queda atrás y poco a poco muere. Si un trabajador no fluye con la empresa, es mejor que no continúe formando parte de la misma.
- Su productividad es baja. Si un empleado cuesta más de lo que produce; es decir, el gasto por mantenerlo en la empresa es mayor que su efectividad laboral, solo representa pérdida de dinero porque no cumple con su objetivo principal. A este tipo de trabajadores también hay que aprender a decirles adiós.
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